Es para mí inmensamente relajante pasarme horas buscando setas por el bosque con la única compañía del sonido de fondo producido por la leve brisa, hojas, ramas y pequeños cantores que habitan el bosque.
Lamentablemente cada día se parece más a un gran centro comercial, y lo malo no es la multitud, si no el trato que le damos a la madre naturaleza. Sigue habiendo gente no consciente de lo que consigue con el maltrato de nuestros bosques.
Vaya desde aquí mi más enérgica condena a todos esos desalmados que de manera más o menos consciente, destrozan y ensucian nuestro más preciado tesoro...
Del mismo modo y creo que es de justicia,
agradecer a todos aquellos que respetan y hacen respetar el medio ambiente.