sábado, 26 de enero de 2008

Que vivir no cueste la vida




"Papeles mojaos". Miradas perdidas buscan en el horizonte la luz de la vida, de una vida digna que luce al otro lado de la impotencia, de la sed, del hambre... Estirando sus brazos como queriendo amarrarse a la patera de la esperanza, bracean en el agua respirando bocanadas de aire, de vida...
Piel morena teñida de sal, que al llegar a la orilla se cubre de un manto de frío que castiga su alma.

Mentes perdidas llegan a tierra, el miedo que portan se convierte en sello de identidad, sus lágrimas recorren las mejillas buscando caer en tierra firme y no en mares de sal.
Tiembla su cuerpo como expulsando el terror vivido durante su viaje... Te miran esos ojos que hablan más que su propia boca, por ellos piden a gritos solidaridad y la oportunidad de ser uno más en tierras lejanas, dejando atrás parte de su cultura, su familia y su ser.

Pensamientos todos ofuscados por una nube de agua salada y una lluvia de incerteza.

Manos templadas esperan al otro lado que acarician sus rostros helados y visten con ropa de abrigo sus cuerpos maltratados por golpes de agua, por la furia del mar que ejerce de injusto juez de vida.
Ojos reciben con mirada consoladora calentando sus almas, ofreciendo lo que el mar les quiso negar. Pateras ancladas atestiguan la tragedia mientras un aroma de solidaridad invade el ambiente, contraste de colores de piel, de razas, de pensamientos...

Unos llegan, otros están, unos buscan vida, otros la ofrecen... Es la balanza de la vida, a veces justa y otras veces del todo injusta.

Vistámonos su piel, vivamos por momentos su vida.... No todas las tierras siempre fueron fértiles, otras ni lo han sido ni lo serán jamás. Arranquemos de nuestra tierra la indiferencia y sembremos solidaridad, por suerte la nuestra si es fértil. Recojamos frutos que llenen y aprovisionen nuestro alma, que nos hagan mejores.

¡¡¡Que vivir no cueste la vida!!!

lunes, 7 de enero de 2008